Formas y estilos

22.03.2014 11:42

Algo de lo que os quiero dejar constancia es que no son iguales las normas de uso para tocados, que las de uso de pamelas, así que voy a destacaros las diferencias, éstas son válidas tanto para bodas, como para cualquier otro tipo de acontecimiento social.
Cuándo usar tocado:
Los tocados se pueden utilizar a cualquier hora del día, es decir, tanto en acontecimientos diurnos como nocturnos. Su tamaño y complejidad dependerán del momento. Para eventos de día, en los que el protocolo exige vestido corto se pueden utilizar tocados más elaborados y voluminosos, si la boda o evento es de noche, sobre todo si llevamos vestido largo, el tocado debe ser más pequeño para no restar protagonismo al vestido ni darnos un aspecto muy exagerado, aunque para la tarde noche se permiten más brillos y fantasía en su diseño.
Cuándo usar pamela:
Las pamelas, de igual manera que los sombreros, se utilizan en eventos de día, o de media tarde. Nunca después de la caída del sol, y siempre mejor con vestidos cortos o atuendos volubles.
Actualmente los diseñadores están presentando en sus colecciones de madrina y fiesta modelos con pantalón, y la pregunta es: ¿Se puede usar un tocado o pamela con un traje de pantalón? La respuesta es si, respetando las normas dadas anteriormente, y siempre que el tocado o pamela estén en armonía con el resto de la indumentaria, y si es para una boda, respetando el estilo de la misma.
Es fundamental que sepas que el tocado no se debe quitar en ningún momento, debes llevarlo durante todo el día, por lo que, algo importantísimo, que debes tener en cuenta al elegirlo, es que sea muy cómodo, extremadamente cómodo, y también que no te moleste al saludar. Una dama que llega con un tocado a un evento, debe salir con su tocado puesto del mismo. Esta es una norma no escrita asociada a personas de clase alta y gran categoría personal. Solo hay una excepción: En las bodas, una vez que los novios ya han abierto el baile, el protocolo moderno, que es más flexible, permite desprenderse del tocado, sin que se considere un signo descortés, ni de mala educación.